Caso práctico: Cuando el robo es, además, competencia desleal

GRUPO HAS fue contactada por una empresa de suministros para piscinas. Desde hacía meses se venían detectando faltantes de producto en el almacén. Además, en ocasiones, equipos de coste elevado “desparecían”, volviendo a su lugar uno o dos días más tarde. La empresa disponía de un sistema de vídeovigilancia, pero el análisis de las grabaciones no mostró que personas no autorizadas accedieran al producto. Descartados posibles errores administrativos, la conclusión era obvia: el autor de las sustracciones era una de las personas autorizadas a manipular el producto.

Iniciadas las investigaciones se descubrió que uno de los trabajadores del almacén explotaba un negocio de mantenimiento de piscinas, publicitando su teléfono móvil como medio de contacto en anuncios en Internet. Detectives de GRUPO HAS documentaron la existencia de determinados equipos en el almacén, identificando sus números de serie. Se contactó con el teléfono indicado en los anuncios y se solicitaron varios productos de mantenimiento, varias piezas localizadas en el almacén y un equipo de limpieza de coste elevado, que nos fue ofrecido a un precio sensiblemente inferior al de mercado. La entrega de los productos fue documentada por el detective que los recogió, del garaje del domicilio del trabajador, mediante una cámara diminuta que llevaba encima.

La comprobación posterior demostró que las piezas se correspondían con las identificadas en el almacén, sin que existiera ninguna factura de venta de las mismas. El equipo limpiador sí constaba facturado, como venta contado a un distribuidor y con el máximo descuento posible.

Los hechos fueron documentados en un detallado informe y permitieron el despido del trabajador.