Muchas empresas españolas vieron como la situación inicial derivada de la COVID-19 afectó negativamente a sus aprovisionamientos. No es extraño: Un 47% de las empresas españolas afirman no conocer las empresas con las que trabajan. No lo decimos nosotros sino Refinitiv (Thomson Reuters).
Conocer una empresa no es sólo saber su nombre, domicilio y número de identificación fiscal. Consiste en poder identificar a sus accionistas, directivos, empresas vinculadas, proveedores… y saber qué porcentaje representamos dentro de sus ventas. En resumen, tener toda la información necesaria para valorar cual puede ser su respuesta ante situaciones de tensión.
Y, cuando esa empresa es o va a ser un proveedor estratégico, un socio local o una adquisición, es necesario conocer también las circunstancias del país donde está. Una firma española adquirió una empresa aceitera siria. Un mes después y mientras aún se frotaba las manos por el formidable negocio que había cerrado estallaba la guerra en el país.
Anticiparse a lo que pueda ocurrir es inteligencia competitiva.
En Alemania, por poner un ejemplo, el 86% de las empresas dispone de un departamento de inteligencia competitiva. Otros países, como Israel, ponen sus servicios de inteligencia al servicio de sus empresas. En España, lamentablemente, estamos muy atrasados. Sirva como ejemplo que el SIE, la división de inteligencia económica del CNI, se creó tardíamente en 2014 y que cuestiones como el terrorismo yihadista o la ciberseguridad pasan por delante en las prioridades del Centro.
Además, el tejido empresarial español está compuesto principalmente por pimes y micropimes. Sus recursos no son los de las grandes corporaciones, pero sus necesidades de inteligencia son parecidas. Para todas ellas, la Investigación Privada es la herramienta. España dispone de excelentes profesionales y de un marco legal adecuado. ¿Quiere ejemplos?
-
- Hace años, una empresa española descartó adquirir una firma italiana del sector cementero. Una investigación previa reveló que en esa zona el sector estaba controlado por la mafia, que imponía las condiciones laborales (y otras).
- Una empresa recibió una excelente oferta para distribuir sus productos del sector de gran consumo en un país. La investigación reveló que la firma oferente no solo no tenía ninguna relación con el sector, sino que ni siquiera estaba detrás de la oferta.
- Una empresa descartó un posible proveedor estratégico tras una investigación, que mostró que era proveedor de su principal competidor, con un volumen de compras muy superior.
En HAS llevamos muchos años aportando a nuestros clientes Inteligencia para la toma de decisiones. Siempre de forma legal y ética. ¿Se le ocurre un socio mejor para nutrir a su empresa de la Inteligencia que necesita?. Si quiere saber, necesita HAS.