El Tribunal Superior de Justicia de Canarias confirmó en su Sentencia 868/2019 la procedencia del despido disciplinario de un trabajador, director regional de una empresa con casi 20 años de antigüedad, al que se imputaba:
- Apropiación indebida del importe de ventas simuladas como donaciones o no declaradas.
- Sobre facturación y apropiación de la diferencia.
- Realización de actividades concurrentes por cuenta propia, simulando ser en nombre de la empresa.
- Realización de obras en beneficio propio.
- Incumplimiento horario y abandono de jornada para actividades personales.
- Disfrute de vacaciones indebidas.
- Falseamiento de liquidaciones de gastos o kilometraje.
- Falseamiento de informes de actividad.
- Abuso de poder.
- Ocultación de informes y destrucción de pruebas.
Las cantidades económicas defraudadas (ventas no facturadas y liquidaciones de gastos) superaban los 100.000 EUR.
Parte de la prueba aportada por la empresa fue un informe de Investigación Privada. Además de otras investigaciones, incluía el detalle de las actividades del trabajador durante 22 días.
La extensión y gravedad de los hechos imputados (resumidos para este artículo) induce una pregunta: ¿Nadie se dio cuenta antes? Un primer apunte: Nadie pasa de ser el encantador Anakin Skaywalker al malvado Darth Vader de la noche a la mañana. Un segundo apunte: lamentablemente, el fraude y la deslealtad son una realidad, inicial o sobrevenida.
El caso evidencia una realidad en muchas empresas: la falta de protocolos de control y la desatención de señales de alerta. Es probable que existieran en el supuesto enjuiciado, pero que fueran descartadas: signos externos de enriquecimiento injustificado, salidas de material atípicas, métricas distintas a las de otras delegaciones… Circunstancias todas ellas que, debidamente investigadas, habrían evitado que el daño alcanzara esas proporciones.
En HAS somos especialistas en la verificación de señales de alerta. Es normal: llevamos más de 40 años haciéndolo. Nuestros informes aportan la información y las pruebas de lo que está ocurriendo, o la tranquilidad de saber que todos siguen siendo dignos de la confianza depositada en ellos.
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