Razones, hay muchas. De hecho, el maquillaje de los currículos es tan habitual que existe un término específico: curriculum vitae-padding. Nivel de idiomas, responsabilidades laborales en anteriores empresas, titulación… son falsedades que afectan a un porcentaje importante de las presentaciones. Si no las verifica, podría estar contratando como chef a alguien que no es ni cocinero.
Si la cosa queda aquí, sólo le costará tiempo y dinero descubrirlo, y poder volver a la casilla de salida de la búsqueda del candidato idóneo.
El problema viene cuando las falsedades incluyen la ocultación de parte de la trayectoria, la omisión de despidos disciplinarios o la propia identidad del candidato, entre otros. Cuando esto ocurre, la empresa está en riesgo. Económico, sí. Pero, principalmente, legal y reputacional.
Podemos cruzar los dedos y confiar en que no pase nada. Pero toda cabra tira al monte y, quien no respeta las normas, probablemente volverá a infringirlas. Y, si esa persona comete alguna irregularidad, la primera duda que cualquiera se planteará es ¿qué verificaciones hizo la empresa antes de otorgar a ese individuo las facultades que le permitieron hacer lo que hizo?
Si la infracción es uno de los delitos que suponen responsabilidad para la empresa, esa pregunta se la hará el Fiscal. Y si la empresa no puede responder satisfactoriamente, probablemente será imputada en el delito. La verificación de currículos previa a la contratación es la primera pieza en un programa efectivo de compliance laboral.
¿Qué significa verificar un currículum?
Básicamente: comprobar que la información que proporciona es cierta y suficiente. Eso incluye:
- Identidad, domicilio y circunstancias personales del candidato.
- Titulación.
- Trayectoria laboral.
- Incidencias financieras en su contra.
- Antecedentes laborales y profesionales controvertidos.
- Perfil controvertido en redes sociales y profesionales y en prensa.
Además es necesario descartar o conocer posibles situaciones de conflicto de intereses o la condición del candidato como persona políticamente expuesta (PEP, por sus siglas en inglés). Aunque estas circunstancias no necesariamente descalifican a un candidato, pueden hacer aconsejable adoptar ciertas cautelas en los procedimientos de trabajo de la compañía.
¿Cómo puede la empresa verificar los currículos?
Por sus propios medios o mediante profesionales legalmente habilitados para ello. Permítanos recomendarle lo segundo, por 3 motivos de peso:
- La formación, la disponibilidad de los recursos necesarios y la especialización en la función.
- Evitar sobrecargar de tareas al departamento de RRHH.
- Y, añadido a todo lo anterior: si algún día ocurre lo que no debería haber ocurrido, la empresa dispondrá de una acreditación documental, legal y objetiva de que fue diligente en la selección de la persona.
Y, ya puestos, ¿por qué debería confiar a GRUPO HAS la verificación de los currículos de su empresa?
Porque si ha llegado hasta aquí es porque hemos sabido explicarle el por qué, el para qué y el cómo. Además, acumulamos más de 4 décadas haciéndolo para nuestros clientes. ¿De verdad tiene dudas de que somos la mejor opción? Llámenos y se lo demostraremos.
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