Apple ha demandado a la empresa canadiense GEEP por reintroducir en el mercado equipos de la marca destinados a ser destruidos. Los equipos incluyen más de 103.000 iPhone, iPad y Watch, de un total de 500.000 unidades entregadas para su reciclaje y que Apple ha podido detectar por su actividad en redes móviles. GEEP ha contestado manifestando que 3 de sus empleados “robaron” y vendieron los equipos por su cuenta.
Muchos equipos para tres personas, no?
Entregar productos a terceras empresas para su destrucción-reciclaje es una práctica habitual. También, en el caso de productos con taras o descatalogados, para su recolocación en terceros países. Pero entregar el producto no agota (no debería agotar) la diligencia de la empresa. Hay que verificar que el proveedor cumple con lo estipulado. De lo contrario, no solo no “nos deshacemos” de un problema, sino que lo creamos.
Dos casos reales investigados por HAS lo ilustran:
- Una marca elitista de ropa interior liquidaba sus productos defectuosos (errores de tallaje) a una firma que asumía el compromiso de marcarlos y exportarlos a terceros países donde la marca no tenía presencia. Una investigación evidenció que los productos se vendían, tal cual, en mercadillos de toda España. Lo más alarmante del caso es que la investigación se inició por haber detectado lo que se supuso que eran falsificaciones en dichos mercadillos. No eran falsificaciones.
- Una firma de cosméticos de lujo abonaba las existencias de productos descatalogados a las tiendas que los distribuían. El objetivo era que los escaparates mostraran siempre la colección actual. Los productos retirados eran entregados a una empresa, que asumía el compromiso de exportarlos a terceros países. En su lugar, los vendía a tiendas “cash and carry”, que los vendían a precio de saldo. ¿A quién? A los mismos comercios que luego los entregaban a la firma originaria para obtener el abono al adquirir los nuevos.
Hay casos peores. En una investigación se evidenció que un responsable de calidad de una empresa calificaba como “defectuosas” determinadas partidas, que eran posteriormente vendidas a un supuesto trapero. Ningún defecto había en tales partidas y nada de trapero tenía el comprador. Las telas eran comercializadas haciendo competencia a la propia empresa.
No sabemos si el robo alegado por GEEP es cierto o no. Lo que sí parece claro es que Apple no fue diligente en la defensa de sus intereses y con sus deberes frente a sus consumidores. Más aún, se encargó de recoger y entregar a GEEP los equipos (además le pagó por ello), sin luego comprobar que GEEP hacía su trabajo. ¿Compensarán los 22M USD reclamados el daño? Probablemente no. Para empezar, se sabe que esos equipos están operativos, pero no se sabe cómo se comercializaron. Por no saber, no se sabe ni la entidad real del hecho: Apple sólo puede detectar los equipos conectados a redes móviles. Y, conforme se ha sabido ahora, esto ha venido sucediendo desde 2017. Lo único que sabe es lo que ha dicho: “Los productos enviados a ser reciclados han dejado de ser adecuados para su venta a consumidores y si son reacondicionados con piezas falsificadas podrían causar problemas de seguridad graves, incluyendo defectos eléctricos o de la batería”.
El incidente ilustra perfectamente los riesgos reputacionales derivados de la ausencia de verificación de empresas proveedoras. Y no solo respecto del “reciclaje” de productos. Empresas textiles o de alimentación han sufrido daños graves a su imagen por las “políticas laborales” de sus subcontratadas en países asiáticos o por el origen de materias primas.
Los protocolos y estándares en materia de compliance incluyen la verificación de proveedores, con un nivel de exhaustividad proporcional al riesgo estimable (por el tipo de producto, país, efectos…). En HAS llevamos casi 5 décadas realizando informes de proveedores. Nuestras verificaciones proveen a nuestros clientes de información contrastada y suficiente para evaluar la idoneidad de un proveedor potencial, desde el punto de vista operativo y reputacional. ¿Cree que hay un partner mejor que HAS a quien confiarle estas verificaciones? En HAS investigamos el presente, para facilitarle decisiones más seguras: No se conforme con menos, pudiendo tener HAS.