La avaricia rompe el saco

La capacidad e inventiva del ser humano para el fraude nunca dejará de sorprendernos.

Una reciente investigación de HAS versó sobre un sujeto que alquilaba coches, los accidentaba, pagaba la reparación o la franquicia (alta) a la empresa de alquiler y luego recuperaba el dinero de una compañía de seguros, con la cual tenía concertado el riesgo.

¿Dónde estaba el negocio? Pues en que tenía seguro de cobertura con 5 compañías. La primera le “devolvía” el dinero pagado a la empresa de alquiler por el siniestro. Las otras 4 le proporcionaban un sobresueldo de 50.000 EUR al año. No está mal, ¿no?

Lo más grave del caso es que, si no hubiera sido por la codicia, probablemente no se hubiera descubierto el fraude o se hubiera tardado mucho más en detectarlo: tras más de 3 años de “exitoso negocio”, nuestro protagonista decidió ampliar la empresa a través de su pareja. Y una comprobación interna evidenció la coincidencia de domicilios (por cierto: bravo por el tramitador). Y esa alerta motivó el encargo de investigación por la compañía aseguradora y las averiguaciones con otras aseguradoras.

Como debe ser en estos casos, una vez acreditado el fraude se inició una investigación patrimonial sobre los responsables, para localizar bienes sobre los cuales trabar embargo y, en su momento, ejecutar las responsabilidades que declare el juzgado.

¿Quiere saber como colaboramos en la lucha contra el fraude?. Llámenos. Será un tiempo bien empleado. Con HAS, querer es saber.