Caso práctico: Competencia desleal por fraude fiscal

Una empresa del sector de la manipulación de azúcar –produce los populares sobrecitos que se ofrecen en los bares para endulzar el café- observó que perdía contratos de suministros con clientes habituales por ofertas de terceros a precio sensiblemente más bajos, lo que resulta totalmente imposible dados los márgenes del sector. En algunos casos el precio ofrecido por la competencia no llegaba a cubrir el coste del azúcar. El 95% de las ventas se realizan a empresas del sector del café, fabricantes y mayoristas distribuidores.

GRUPO HAS recibió el encargo de investigar el tema.

Iniciamos la tarea realizando una encuesta en bares y cafeterías donde se consume el producto que fabrica nuestro cliente y sus competidores. Analizado el resultado comprobamos que según los kilos de café que se compromete a consumir un negocio de restauración el mayorista le ofrece gratuitamente hasta la máquina; en todo caso e independientemente del consumo, los sobres de azúcar van siempre gratis…es decir van incluidos en el precio del kilo de café.

A continuación visitamos a algunos mayoristas cafeteros que en líneas generales confirman lo averiguado en los bares visitados. Somos informados de que compran el azúcar a la mejor oferta sin mayor control (es un producto marginal y complementario). Uno de los entrevistados manifiesta que en alguna ocasión notaron alguna diferencia en menos en el peso pero que lo atribuyeron a la humedad en el momento del envasado (versión del proveedor).

Hacemos gestiones en algunas empresas competidoras de nuestro cliente que se muestran reacias a dar información; no obstante deducimos por sus manifestaciones que existe al menos un fabricante “tramposo”. Cuando les pedimos nos aclaren a que se refieren, nos explican que Hacienda controla los impuestos a pagar a la mayoría de empresas del sector por el azúcar comprado a las azucareras. Es decir que si la  envasadora compró 1000 toneladas, Hacienda considera facturado el equivalente en sobrecitos. Ahora bien, si el empresario tramposo en un sobre marcando peso neto 10 gramos envasa sólo 8, le sobran 200 toneladas, que vende en negro y se embolsa una importante cantidad. Manifestamos nuestra extrañeza de que no se detecte el timo de un 20% y nos explican que el consumidor final, el que se toma el café en el bar, si quiere más azúcar le dan más sobres…Nadie se queja..el peso nada importa.

Conocidos los datos del presunto tramposo se estableció un servicio de observación en su fábrica, constatando que de los camiones que llegaban de la azucarera, no todos se descargaban en la fábrica, algunos eran desviados a empresas conserveras o de pastelería, que pagaban a precio inferior y defraudaban el IVA.

El informe con las pruebas obtenidas sirvió para que nuestro cliente interpusiera ante las autoridades competentes las oportunas denuncias en defensa de sus intereses. Importante: Solo Detectives Privados.